miércoles, 24 de febrero de 2010

GAIA




















Una madre disgustada no es signo de maldad
puede castigarte por no mostrarle lealtad
puede condenarte si muestras frialdad
hasta desaparecer media humanidad

Y así los hijos quedaron abandonados
lejos de su hogar ya casi olvidados
lejos del abrigo buscando un lugar
perdidos en la nada sin nada que ganar...

Pero, la madre les entrego un regalo eterno
la madre los sacaría de este infierno
como techo, les regalo el cielo infinito
y para dormir, el suelo finito

En el entorno encontraban siempre el aire para vivir
y siempre melodiosas canciones que los hacían reír
en las montañas el agua que se dejaba fluir
pintaban en sus días valiosas alegrías

El camino siempre estaba sembrado de frutos
y el sol nunca faltaba en sus días de verano
los hijos entendieron que no nacieron en vano
y de un salto comenzaron a dar gritos

¡Es la madre la que nos dio la vida!
ella nos dio todo lo que nos rodea
ella nos cuida de todo quien nos golpea
ella nos alimenta y cobija... ella nos dio la vida

1 comentario:

  1. "y el sol nunca faltaba en sus días de verano
    los hijos entendieron que no nacieron en vano"


    =)

    ResponderEliminar